Las lunas oftálmicas, o cristales oftálmicos, son fundamentales para corregir problemas de visión y mejorarla, de esta manera se puede evitar dañar la agudeza visual. Muchas de estas poseen características idóneas para cada caso, dependiendo siempre de la medida que uno posea así como el entorno en la que realiza sus actividades, algunas de estas funciones son:
- Corrección visual: resuelven ametropías de visión como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, permitiendo una visión clara y precisa a diferentes distancias, teniendo opciones como monofocales, bifocales y multifocales progresivos.
- Prevención de estrés ocular: reducen la fatiga visual y el dolor ocular causados por esfuerzos excesivos al intentar enfocar sin corrección adecuada, especialmente en actividades prolongadas como la lectura o el uso de dispositivos electrónicos, estos pueden ser ayudados con lentes antireflejo, minimizadores de luz azul, entre otros.
- Mejora del Rendimiento Diario: facilitan tareas cotidianas y actividades laborales al proporcionar una visión óptima, lo que puede aumentar la productividad y mejorar la seguridad al conducir o trabajar, como el caso del uso de lentes fotocromáticas.
- Protección y comodidad: las lunas oftálmicas también pueden incorporar tratamientos adicionales, como lentes digitales, lentes alto índice, lentes con prisma, entre otros; que aumentan el confort y la estética.
Las lunas oftálmicas son muy importante para una visión correcta y cómoda, ya sea que suframos de algún vicio refractivo, o sin la necesidad de poseer una medida, el solo hecho de usarlos para evitar problemas futuros, estamos contribuyendo significativamente a la calidad de vida y el bienestar visual.